Introducción
El siguiente trabajo busca explicar y analizar cuáles son las justificaciones
promovidas por el conquistador Hernán Cortés para llevar a cabo la conquista de
México-Tenochtitlán, esto para entender todo un discurso construido a partir de
una condición colonizadora y de cristianización que está impregnada en los
conceptos de la historiografía colonial. Para ello voy a indagar sobre una adecuada
bibliografía de la que me fui haciendo al momento de llevar a cabo esta
investigación, poniendo énfasis en las Cartas de relación escritas por
Cortés como modo de informar al emperador Carlos V sobre el proceso de
descubrimiento, asedio y conquista del territorio mexica. Es por eso que tendré
la tarea de no solo ver una cronología de los eventos, sino también de observar
los motivos que llevaron a la construcción del imaginario de Cortés que
constituyeron el modo de actuar durante el progreso de la campaña bélica que
terminaría en 1521.
A
partir de esto, voy a dividir mi trabajo en tres subtemas en los que expondré
detalladamente algunos aspectos concretos que me permitirán desarrollar mis
ideas. En el primer apartado voy a presentar a Cortés, quién es, cuál su
proceso ideológico en España y cuáles fueron sus consecuencias tras la
conquista de Tenochtitlan. Posteriormente, el segundo apartado se enfocará en
explicar los elementos políticos que fundamentaron al proceso de conquista y
que estuvieron muy presentes en la vida de dicho conquistador. En último punto
voy a definir la justificación religiosa, teniendo en cuenta el papel que jugó
el cristianismo al momento de fijar un lineamiento en las formas de actuar de
los europeos de esa época, aspecto del que no está omitido Cortés, atendiendo
así el tema del argumento civilizador, cuestionando cómo se construye a partir
de un discurso repetitivo que tiende a caer en la falta de congruencia a la
hora de utilizarlo. Ahora bien, estas perspectivas servirán para desarrollar
toda una narrativa que me puedan orientar hacia una crítica que tome ciertos
principios como lo son el lugar social, la condición social y el criterio de
verdad, indicaciones necesarias para desarrollar esta noción y deconstruir el
tema en cuestión.
Cortés: el aventurero
El contexto social y
político de España
Cortés
nació en Medellín, villa de Extremadura, en 1485. Hijo de Martin Cortés de
Monroy (quien fuese alguna vez teniente de una compañía de infantería) y de
doña Catalina Pizarro Altamirano; se nos cuenta que Bartolomé de las Casas
conoció al señor Martin, a quien lo describe como “un escudero harto pobre y
humilde, aunque cristiano viejo, di y cen que hidalgo”, bajo estas ideas
podemos crearnos la noción de que Cortés vivió en una familia de escasos
recursos, pero hay que tomar esta idea con mucho cuidado, pues no significaba
que su ambiente se pudo desarrollar en la pobreza o en la miseria, atendiendo
su estatus como parte de un familia hidalga, aunque de cierta forma fue
suficiente para alimentar sus ansias de riqueza (Cortés, 1866). Es muy importante destacar lo anterior porque
su vida se desarrolló en un momento en donde la sociedad española se encontraba
en medio de transformaciones muy importantes, principalmente en el ámbito
económico e intelectual, empezando por el contexto general europeo que estaba
rompiendo con el pensamiento medieval y daba paso a lo ‘moderno’, con ello la
decadencia del modelo feudal y la expansión de una economía capitalista de
corte mercantilista. (González y Rodríguez, 2019). Pero hay que abordar que esta
‘transformación’ estaba un muy alejada de la realidad de la mayor parte de los
españoles del siglo XVI, pues el nivel de pobreza era muy grande, aspecto de la
España moderna que tenía en común con todo el contexto europeo. Podemos incluso
mencionar la manera en que se habla de los pobres, rescatando lo que describe
el historiador Ángel Sánchez “son muchos y no trabajan […] Poseídos de una
codicia insaciable, juntan mucho dinero y hacen robo por casa y caminos” (1981).
Es quizá esa ‘sed’ de dinero lo que incentivó a muchos otros aventureros a
arriesgarse a viajar, no obstante, esto no quiere que todos los conquistadores
vivían en condición de pobreza, tal es el caso de nuestro personaje, pero el
imaginario sobre ello fue un aspecto muy común.
Por
otro lado, es relevante mencionar que el periodo que se comprende desde 1492 (usando
como referencia la llegada de Colón a América) hasta la conquista de Tenochtitlán
transcurre durante los reinados de los Reyes Católicos y de Carlos V; hacia el
año de 1504 muere la reina Isabel I de Castilla, simultáneamente Cortés a sus
19 años se embarca como mozo hacia la isla La Española en busca de fortuna (Martínez, 1990). El punto radica en que a partir del
año anteriormente mencionado hasta 1516, año en que muere el rey Fernando II de
Aragón, la corona mantuvo la promoción de expediciones, conquistas (ejemplificando
con la conquista de Cuba), saqueo de las islas ya conquistadas en territorio
americano y el exterminio de los naturales que habitaban en esos sitios; más
tarde, tras la muerte de Fernando, llega al trono el emperador Carlos V quien
expide la disposiciones más importantes, junto a su madre Juana “la loca” (ella
no firma ningún papel) que se manifiestan a través de cedulas con
instrucciones, concesiones y prohibiciones que Cortes debía obedecer, según
cuando le era conveniente (Martínez, 1990). Al respecto de esto, es necesario
conocer que la relevancia de la monarquía en aquella época era muy grande, es
por ello que muchas de las acciones que los españoles llegaron a consagrar en
América estuvo promovida por el planteamiento de estos gobernantes, sin dejar
de un lado el poder eclesiástico imperante. Es así que no es de extrañarse el
trato de solemnidad con el que Cortés se refiere a Carlos V en sus cartas,
situación que más adelante abordaré. Con lo dicho, se puede entender al lugar
social de Cortés como un espacio donde las ideas renacentistas llegarían y se
fundamentarían, pero que llegarían con mucho retraso por la continuidad del
sistema feudal, sumándole que la condición ‘católica’ de los gobernantes
regularía el pensamiento de conquista de la época.
Formación
de Cortés
Para
llevar a cabo las expediciones al territorio americano se necesitaron muchos
elementos, principalmente el conocimiento, esto porque era imposible embarcase
a travesías sin disponer de personal capacitado para poner en práctica la
campaña, por ejemplo, eran necesarios expertos en navegación, aritmética,
astronomía, cartografía y con mayor importancia, soldados que acompañaran en la
aventura (Camacho, 2003). No obstante, encontramos a una sociedad muy
analfabeta que no tenía acceso a todos los conocimientos que se necesitaban
parta los viajes, es por ello que se recurrieron a varios grupos, entre ellos
los hidalgos, que tenían impregnada la herencia histórica española, esto en
relación con su característica de tener conocimientos necesarios, especialmente
los de la administración, pues con su habilidad de movilidad social podrían
garantizar la explotación de los nuevos descubrimientos, así como un buen
manejo de la mano de obra, es por eso que muchos de esos se encaminaron por el
camino de conquistadores (Camacho, 2003). Dicho esto, y con la noción de saber
el estatus social de Cortés, podemos ver toda una línea que nos lleva a
entender sus motivos para embarcarse en la búsqueda de un nuevo terreno.
Cuando
Cortés cumplió catorce años fue enviado a Salamanca para recibir educación por
parte de Francisco Nuñez Valera, un pariente que era escribano de número en esa
ciudad; se habla de que, en su estadía en un lugar con alta tradición universitaria,
el joven Hernán hubiese podido obtener sus conocimientos legales y jurídicos,
incluso que pudo haber obtenido el grado de bachiller, sin embargo, no hay algo
que compruebe algún rastro de él en alguna universidad de la región (Nafría, 2022).
Aunque es muy probable que sí haya obtenido algún grado de conocimiento
clásico, entre ello, aprendizaje del latín; podemos utilizar de referencia las
palabras Bernal Díaz del Castillo quien menciona que “era latino, e oí decir
que era bachiller en leyes, y cuando hablaba con letrados, e hombres latinos
respondía a lo que le decían en latín”, es quizás este aspecto el que le
permitió a su vez desarrollar más conocimientos en distintas áreas (2011). El
profesor Carlos Nafrías nos dice que, en algún momento de su vida, Cortés decidió
estudiar gramática, pero abandonó tal formación por el “tedio de los estudios y
la esperanza de mayores esperanzas”, en consecuencia, esta decisión lo encaminó
a tomar el camino de la carrera de armas, presentándosele dos oportunidades: “servir
en Italia con el Gran Capitán, o en las Indias con Ovando, que había sido
nombrado gobernador de La Española y con quien es posible que tuviera cierto
parentesco” (2022). Su decisión fue por las indias bajo el argumento de que “para
pobres era mejor ir a las Indias, donde se cogía el oro, que no a Italia, que
solo llevaba puñadas y guerra sangrienta”, siendo así en 1504 que Cortés
embarcaría hacia Santo Domingo con la flota mercante de Alfonso Quintero.
(Nafrías, 2022). El gran conocimiento de Cortés lo llevó a ser reconocido por
Diego de Velázquez y a ser propuesto por unos importantes hombres de negocios
al gobernador para que participar en la empresa de 1518 la cual lideró, no
obstantes, ciertos conflictos encaminaron a Velázquez ha tratar de quitarle
dicho puesto. (Grunberg, 2021).
Con
relación a lo anterior, entendemos que Cortés nace en ese contexto renacentista
y por ende, perfila las características que todo hombre de la época debe tener,
es por ello que a través de sus cartas a Carlos V trata de convencer a los
lectores que es el tiene todas las condiciones necesarias para realizar los
trabajos que se le han ordenado, utilizando a su favor su conocimiento en la gramática
que le permitirá desenvolver en paradigma de justificación al momento de
conquistar el nuevo mundo. Vemos que su contexto le permitió tener varios
referentes intelectuales, aspectos que van desde los libros de viajes y
caballería que fueron escritos durante la Edad Media y que mezclaban aspectos
reales con irreales, pero es obvio que el nivel de conocimiento de Cortés
permitía ver a estos libros con la categoría de fantasioso; así también, las
lecturas de temáticas de expedición y conquista de origen grecolatino sirvieron
para consolidar un pensamiento un poco más especializado y sistemático (Uceda,
2020). Algunos de los textos que le permitieron desarrollar mas saberes sobre
lo que había allá de su región fueron Los viajes de Marco Polo, Comentarios
a la guerra de las Galias de Julio Cesar y los textos de los clásicos
latinos, pero sin lugar a duda uno de los más relevantes sería el Mundus
novus de Américo Vespucio publicado en 1503, por lo cual, para cuando
Cortés llega a América, ya tenía en su pensamiento que estaba pisando un nuevo
continente del que medianamente tenía algo de conocimiento (Uceda, 2020).
En
definitiva, Cortés era alguien sumamente intelectual que crecería con las
primeras ideas del movimiento renacentista, por lo cual era el arquetipo
perfecto del hombre moderno para la condición europea: un hombre que
conquistaba a partir de los conocimientos. Estos elementos son esenciales para
entender cuál era la manera de pensar que movía a este conquistador, interpretando
que la hazaña a favor de la conquista quizá no hubiera tenido el mismo éxito
sin la presencia de Cortés quien supo adaptarse a las circunstancias gracias a
sus múltiples saberes, y a su vez, desarrollar su condición social para
utilizarla a su favor.
Las
consecuencias de Cortés
Como
ya mencioné, cuando Cortés decidió embarcarse en la campaña de 1518, el
gobernador Diego de Velázquez lo nombra capitán de la expedición, por lo tanto,
delega poderes de justicia en todos los asuntos civiles y penales. Son los
celos y la intriga de Cortés lo que hace que adelante los preparativos, esto
provoca desconfianza en Velázquez quien tiene miedo de ver a Cortés como un
competidor y no como un subordinado sumiso; Cortés totalmente seguro de lo que
quiere lograr, se va con toda su flota, tomando este acto como un rompimiento
total con el gobernador de Cuba: nuestro personaje desembarca en marzo de 1519
en un pueblo de Tabasco, siendo este el inicio de su proceso de conquista
(Grunberg, 2021). La condición de Cortés a partir de este momento será la de un
rebelde que decidió embarcarse por su propia cuenta, ignorando las ordenes de los
superiores que tenían legitimidad de la corona.
Para
1521, Cortés logra la dominación de los mexicas. Es de pensarse que este
resultado le traería legitimidad por parte de la corona, además de que en su
trayecto desde Veracruz hasta Tenochtitlan logró definir las bases para las
primeras instituciones de administración colonial, por ende, sería congruente
que se encargara de la administración del territorio conquistado, pero esto no se
hizo de esa manera. A continuación, estableceré una cronología del traspaso de
poder en la ya dominada capital mexica: en octubre de 1524, antes de partir a
Honduras, Cortés tuvo que delegar su poder a tres hombres designados por la
corona, el licenciado Alonso de Zuazo, el tesorero Alonso de Estrada y el
contador Rodrigo de Albornoz, pero estos tuvieron conflictos internos y Cortés
tuvo que regresar; entre finales de junio y principios de julio de 1526, Cortés
gobernó el lugar, fue la llegada del juez residente Luis Ponce de León con
motivos de vigilar al conquistador, lo descontinuo su gobierno; en julio de
1526 se le entrega el poder a Marco de Aguilar quien obligó a Cortés a
renunciar a los oficios de capitán general y repartidor de las indias, no
obstante, murió al año siguiente y el poder quedó en manos de Alonso de Estrada
y Gonzalo de Sandoval; y fue hasta agosto de 1527 cuando la corona
definitivamente designaría a Alonso de Estrada como gobernador hasta la llegada
de la primera audiencia (Grunberg, 2021). Muchos de los allegados de Cortés
abogaron por que el fuese el que dirigiera el gobierno de la Nueva España, pero
el conquistador se negó bajo la premisa de que era cuestión de tiempo que el
poder de la metrópoli se antepusiera al de la colonia, así también para
apaciguar el juicio de residencia que estaba experimentando (Grunberg, 2021).
Aun
así, Cortés no se iría con las manos vacías, pues como sucedió con los
descendientes de Colón, se les premió por sus valerosas hazañas. De este modo
se crearía el marquesado del Valle de Oaxaca el 6 de julio de 1529, siendo esta
la manera en que la Corona confirió un dominio señorial sobre una amplia
variedad de tierras, aunque claro, no hay que olvidarnos que la influencia de
la Corona iba a estar presente, aun cuando el territorio tuviera un carácter
patrimonial de la familia de Cortés y estuviese ligada su administración a
través de la descendencia directa, esto se puede observar en los distintos
intentos que se orquestaron desde la metrópoli para restarle poder a los
marqueses (Wobeser, 2002). Es incongruente pensar que el premio de Cortés haya
sido la administración de este sitio cuando él conquistó la zona más
‘importante’ del territorio de lo que hoy es México, pero como ya lo fui
abordando, su condición como un perseguido de Diego de Velázquez le causaron
muchos problemas, de igual forma, su manera tan impulsiva de actuar lo llevaron
a perder la confianza de la corona, ya que era de esperarse que los colonos
pudiesen exigir algo de lo que descubrieron en el territorio americano, quizá ceder
tanto poder a Cortés sería un error, pero no queda duda que sus intereses
económicos del conquistador, de una u otra forma, serían saciados.
Después
de un panorama tenso, Cortés viajo a Castilla donde no solo obtuvo el
marquesado, sino que también obtuvo la autorización para poder explorar otros
territorios, sin embargo, sus empresas navales no corrieron con tanta suerte,
aunque permitieron desarrollar los horizontes geográficos; Cortés quiso darle
impulso a su empresa de “la mar del sur”, y pretendió trasladarse a Tehuantepec
para poder supervisar la construcción de las embarcaciones del golfo (Martínez,
2021). Por otro lado, también hubo ciertas limitaciones por parte de la
audiencia quien amenazó a Cortés a que en dos años estuviera navegando y si no
cumplía los plazos señalados, su labor se le sería encomendada a otra persona; y
fue esa mala suerte lo que llevó a Cortés a iniciar una expedición en 1535, pero
la llegada del virrey Antonio de Mendoza interrumpió sus expediciones, y por si
fuera poco, el virrey hizo de todo para quitarle poder sobre el territorio de
la mar sur, ya sea enviando gente a vigilar los lugares que Cortés tenía
dominado hasta mandar a Francisco Vázquez de Coronado tierra adentro para que
solicitase lo que él había descubierto; las acciones del virrey acabaron con
las aspiraciones de Cortés y también con la economía de su persona y la de su
hacienda, pues se había invertido demasiado en esa campaña (Martínez, 2021).
Los
problemas orillaron al conquistador a regresar a la península en 1540, aunque
ya como alguien cargado de numerosos problemas, entre ellos su tema con las
reivindicaciones en la Corte, los conflictos que tenían sus letrados a ambos
lados del Atlántico, el tema de la explotación de recursos en sus plantaciones
y la relación sobre sus hijos, aunque esto no implicó que se pusiera en
servicio del emperador para una campaña en Argel (Martínez, 2019). Tras su
regreso de Argel, estuvo a la espera de sus hijas para obtener recursos, pero
la demora de las embarcaciones condicionó su vida en Castilla, por lo que tuvo
que pedir créditos para afrontar los gastos de su casa, pero eso sí, no es que
Cortés estaba empobrecido, sino que dependía de las remesas que llegaban; la
muerte no tardó en llegar y don Hernán Cortés murió el 2 de diciembre de 1547
(Martínez, 2019). Es curioso el final del conquistador, esto porque su
condición social le permitió emprenderse a su búsqueda de riquezas y logró
hacerse de la increíble hazaña de conquistar Tenochtitlán, pero fueron esas
mismas condiciones lo que lo orillaron a obtener un castigo progresivo por
parte de la Corona, incluso podría decirse que no obtuvo la recompensa
necesaria por sus méritos, al contrario, fue vista esta situación con recelo,
pese a las justificaciones que Cortés plantea en sus cartas a Carlos V.
La justificación política
Como
ya pudimos observar el pensamiento de Cortés era muy adelantado, esto llevó a
que sus ideas giraran entorno al proceso de conquista (1519-1521), el primero
es su pensamiento político, el cual a partir de este momento iré explicando con
las cartas de relación a Carlos V, tomando la segunda carta que narra la
primera parte de la conquista. Lo primero a entender es que la imagen del
monarca siempre estará primero, es por eso que vemos que en sus cartas siempre
se va a referir a Carlos V de la siguiente forma (Cortés, 1866): “muy alto y
muy poderoso, y muy católico Principe, invictisimo emperador y Señor nuestro”.
Ahora bien, es necesario destacar que la condición de rebelde promovida de
Velázquez hacia Cortés fue un problema, ante ello, pienso que el motivo de
poner al rey como la figura protagonista de la exploración le permitiría
reconciliar esa actitud para con la Corona, ante esto, el conquistador pudo
emanar las posteriores palabras “… de la Rica-Villa de la Veracruz, que yo en
nombre de V.A fundé […] Porque he deseado V.A. supiese las cosas desta tierra;
que son tantas y tales, que, como ya en la otra relación escribí, se puede
intitular de nuevo emperador de ella” (p. 107). A su vez, el planteamiento de
luchar por la Corona está muy presente a lo largo del trayecto de Cortés, pongo
como ejemplo cuando pasa por tierra tlaxcalteca y es atacado por estos mismos en
su camino a Tenochtitlán, “e como traíamos la bandera de la cruz, puñamos por
nuestra fe y por servicio de V. S. M., en muy real ventura nos dio Dios tanta
victorio, que les matamos mucha gente, sin que los nuestros recibiesen daño (p.
119). Bajo estas premisas, entendemos que la justificación sobre las acciones
del conquistador siempre estarán impulsadas por los deseos de expansionismo de
la Corona, es por ello que Cortés no conquista, conquista la Corona
Otro
aspecto que es necesario entender es el panorama que Cortés observó cuando
empezó a convivir con los naturales y que lo impulsaron a entender que estos
debían ser liberados de las cadenas de dominación, tal como lo expresa “porque
ellos eran súbditos de aquel señor Muteczuma, y segun fui informado, lo eran por
fuerza y de poco tiempo acá; y como tuvieron noticia de V.A. y de su muy real y
gran poder, dijeron que querían ser vasallos de V.M.” (Cortés, 1866, p. 109). A
propósito de esto, es irónico pensar que
los naturales pudiesen haber dicho tales afirmaciones, pues si, cualquiera que
sea el caso, hubiese una condición de dominación, los naturales no tratarían de
pasar de un dominio a otro, pero independientemente de esto, este contexto
explicado por Cortés fungió como una manera de presentar que no solo se estaba
haciendo un acto de conquista por parte de la Corona, sino también como un
proyecto de liberación de los naturales para derrocar la tiranía de aquel
llamado Moctezuma. Cortés reafirma esta situación exponiendo con “le pregunté
si él era vasallo de Muteczuma ó si era de otra parcialidad alguna. El cual,
admirado de lo que preguntaba, me respondió diciendo que quien no era vasallo
de Muteczuma? Queriendo decir que allí era señor del mundo”, esto en referencia
a cuando se encontró con un natural de la población de “Caltanmi” (p.114). Esto
pudiese parecer coherente si las acciones de Cortés no fueran dispares con sus
dichos, por ejemplo, cuando menciona el ataque de un pueblo describe cierta
situación de la siguiente manera “e viendo que no tenían resistencia, vinieron
á mi, ciertos principales de dicho pueblo á rogarme que no les hiciese mas mal,
porque ellos querían ser vasallos de V.A.” (pp.121), aquí entendemos que fue la
manera tan cruel en la que Cortés y compañía actuaron lo que obligó a muchos
naturales a subordinarse ante ellos, principalmente la gente Tlaxcalteca, pero
este discurso de que querían obedecer al rey de España fue un recurso bastante
utilizado que permitía dar entender que cualquiera quería obedecer a la Corona,
aunque esto no fuese así.
Por
otro lado, un aspecto que fue esencial al momento de llevar a cabo la conquista
fue la búsqueda de recursos naturales, pero, sobre todo, el famoso sustento
monetario: el oro. En sus cartas observamos el interés de Cortés por la
búsqueda de dicho material, aunque también menciona las limitaciones para
obtenerlos, verbigracia, dice que “allí comenzó a tomar su agua y á les decir
con el dicho farante que le diesen oro y que les darían de las presas que
llevaban; y los indios, desde aquello vieron, como no tenían oro que le dar,
dijéronle que se fuese” (Cortés, 1866, pp. 62). Aunque Cortés contrasta esto,
refiriéndose a que no era que no hubiese oro en el territorio, sino que este
estaba siendo controlado por un señor poderoso, en este caso se refiere a
Moctezuma, remitiéndonos a lo que dice Cortés “e para que tuviese por bien de
le mandar recibir su real servicio, que le rogaba que me diese algun oro que yo
enviase á V.M. Y el me respondió que oro que el lo tenia, pero que no me lo
quería dar si Muteczuma no lo mandase” (pp. 115)”, es por eso que esto lo
impulsó a querer llegar a un sitio que almacenaba oro, es decir, a la tierra de
Moctezuma.Sumando tal búsqueda de oro con las anteriores justificaciones de
Cortés, no remitimos a que el factor político está ligado a darle legitimidad a
la Corona, por ende, apoyarla en su búsqueda de expandirse territorialmente y
ganar súbditos, algo que caracteriza a todas las conquistas promovidas desde
occidente.
La justificación religiosa e intelectual
No
abordé tanto el tema de la religiosidad de Cortés, pero es un hecho bastante obvio
que la condición cristiana estaba muy presente en los conquistadores y, claro,
también en los reyes. Nuestro personaje estaba muy convencido de que la
religiosidad de los naturales debía erradicarse, para él, esto iba en contra de
los valores de la cristiandad. Cuando llegó a Tenochtitlán presenció los
distintos edificios religiosos que tenían los mexicas, Cortés lo manifiesta así
(Cortés, 1866, pp. 162-163):
Los
mas principales de estos ídolos, y en quien ellos mas fe y creencia tenían,
derroque yo de sus sillas y los fice echar por las escaleras abajo, é hice limpiar
aquellas capillas donde los tenian, porque todas estaban llenas de sangre, de
las victimas humanas que sacrifican y puse en ellas imágenes de nuestra Señora
y de otro santos […] Yo les hice entender con las lenguas cuan engañados
estaban en tener su esperanza en aquellos idolos, que eran hechos por sus manos,
de cosas no limpias, é que habia que saber que habia un solo Dios, universal
Señor de todos.
Cortés
utiliza la condición cristiana como un elemento para la conquista, pues era
necesario el combate de las idolatrías, asimismo justifica esta premisa con una
idea que se puede tachar de sesgada, pues menciona que el propio Moctezuma dijo
que “bien ellos podían estar errados en algo de aquello que tenia”, por lo
cual, al ser Cortés un oriundo de esas tierras, podría conocer más que ellos y
así les “hiciese entender y que ellos harían lo yo les dijise que era lo mejor”
(Cortes, 1886, pp. 163). Pero cuando digo que puede ser sesgado es porque el
propio Cortés describe una compleja religiosidad con amplios templos, o sea, no
tiene sentido que fuese “errado” algo que tuviera bases ideológicas
completamente estables. Para agregar a esta situación, Cortés dice que la
conversión de estos naturales fue a través de las “lengua, pero dentro de su
propio criterio nos presenta que le ordenó a los naturales ya no matar por sus
ídolos porque Dios aborrece eso y el rey a través de sus leyes lo prohíbe y
“manda que el que matare lo maten” (pp. 163), no obstante, las fuentes nos
sugieren que estas practicas no dejaron de ser realizadas, sino hasta que se
concretó en su totalidad la conquista, llevándonos a la narrativa de que pudo
hacer uso de esta disposición ante la desobediencia de los naturales. Más aún,
en el contexto en que los mexicas echaron de su tierra a Cortés y compañía, el
conquistador afirma que debían regresar a cobrar lo perdido y que había causas
justas y razonables, entre ellas “pelear en aumento de nuestra fe y contra
gente bárbara” (pp. 222). Es de mucha importante destacar que en un momento de
sus cartas hace referencia a un padre de su “compañía” quien no es más que el
padre Olmedo, alguien de la orden franciscana (pp. 176), por lo que no es de
extrañar que se volviera una de las primeras ordenes que llegasen a territorio
americano, dotándoles de gran poder porque estaban lejos de roma y se
enfrentaban a hombres “tan sujetos á pecado”, afirma Cortés (pp. 376). En
resumidas cuentas, es esta intolerancia religiosa lo que le permite a Cortés
construir uno de los argumentos para someter a los indígenas y acabar con sus
creencias.
Es
una obviedad que Cortés se sorprendió con las construcciones que los mexicas
tenían y también de su compleja sociedad, pero para un hombre de creencia
europea con influencias humanistas, aunque con una herencia netamente medieval,
esto no tiene sentido viniendo de “bárbaros”, siendo esta palabra con la que se
refería a los indígenas. Es nuestra actualidad, si vamos a la definición que
nos otorga una de las más “reconocidas” academias de la lengua, la RAE, la
definición de bárbaro va desde “cruel”, “salvaje”, “poco civilizado” hasta “falto
de educación” (2024), definición que no está para nada alejada del significado
que los conquistadores le daban en ese entonces. Remitiéndonos de nueva cuenta
a las cartas de Cortés nos topamos con varios ejemplos, veamos el primero; en
su contacto con los primeros pueblos indígenas (siendo la Isla de Cozumel el
lugar del ejemplo), Cortés determina lo siguiente (Cortés, 1866, pp. 81):
Estas
gentes fueron introducidas y instruidas en nuestra muy santa Fé católica, y
commutada la devoción, fé y fervor y diligencia á Dios sirviesen […] Mandando a
informar, y siendo por sus manos traídas á la fé estas gentes bárbaras que,
según lo que de ellos hemos conocido, creemos que habiendo lenguas y personas
que les hiciesen entender la verdad de la Fé y el error en que están, muchos
dellos y aun todos se apartarían muy brevemente de aquella errónea seta que
tienen, y vendrían al verdadero conocimiento, porque viven mas politica y
razonablemente que ninguna de las gentes que hasta hoy en estas partes se ha
visto.
Así
también Cortés en sus observaciones sobre Tenochtitlán menciona que (pp.165):
Y
por no ser mas prolijo en la relación de las cosas desta gran ciudad (aunque ni
acabaría tan aína), no quiero decir que sino que en su servicio y trato de la
gente della hay la manera casi de vivir en España, y con tanto concierto y
órden como allá, y que considerando esta gente sea bárbara y tan apartada del
conocimiento de Dios y de la comunicación de otras naciones de razon, es cosa
admirable ver la que tiene en todas las cosas.
Bajo
estas perspectivas, podemos entender que Cortés acepta la grandeza del lugar,
pero su pensamiento sigue siendo la de convivencia con gente bárbara que está
alejada del conocimiento, es decir, el conquistador utiliza un parámetro de superioridad
intelectual para comparar a la sociedad indígena con la suya, mezclando así su
condición cristiana para justificar que eran gentes que debían ser corregidas
no solo en sus creencia religiosas, sino también su desarrollo intelectual, que
pese a que la estructura indígena tuviera aspectos que incluso él llega a decir
que se asemejan a España, la idea también implica que puede usarse para que el
rey encuentre interés en ella.
Conclusiones
Con
todo lo abordado, podemos decir que Cortés es una persona con un alto carácter
que se mueve a través de sus impulsos en búsqueda de alcanzar sus objetivos,
pero que a su vez se ven influenciados por su condición y el contexto en el que
vive, es decir, muchos de sus intereses no surgen de una manera particular, por
lo tanto, el caso de Cortés pudo haberse replicado con otra persona, pero
fueron algunas condiciones particulares como lo es su formación educativa y su
espontaneidad lo que llevan a Cortés a ser el conquistador de Tenochtitlán y no
a un Diego de Velázquez u otro conquistador. Por eso es impresionante la manera
en que el conquistador se mueve a través de las circunstancias, pero también es
decepcionante ver que al final de su vida sus propias decisiones desafiantes lo
llevaron a un panorama lamentable, donde sus grandes hazañas se ven disminuidas
a recompensas vacías de significado tomando en cuenta que consolidó la
estructura politica de lo que más tarde sería la Nueva España.
Por
otra parte, el pensamiento medieval de la Europa del siglo XVI aún seguía, por
consiguiente, a pesar de que Cortés se dejara llevar por las nuevas formas de
pensar humanista, no dejaba de ser un fiel sequito de su condición como español
medieval que sirve al pie de la letra las características de la monarquía y del
teocentrismo. Esto se plasma en sus justificaciones que, en primera, va desde
una ciega obediencia a la Corona hasta una creencia cristiana que le permite
actuar conforme a lo que se establece en ella, sin mencionar que su concepción
de héroe liberador que desata a los indígenas de su rol de esclavo es una clara
percepción atribuida de su relación con los libros de caballería. Aunque hay
que aceptar que también su vocación intelectual le permite actuar conforme a la
“razón”, incluso cuando se habla de los indígenas, se tiene que llevar el
conocimiento a ellos, es una de las intuiciones del conquistador o también la
búsqueda de la expansión territorial con devenires económicos, fortalecer al
Estado. En efecto, son de admirarse sus acciones, pero también de extrañarse
las incongruencias que determinan el pensamiento de Cortés a la hora de manifestar
su conquista.
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