Introducción
“La
historia es investigación y, por tanto, elección. Su objeto no es el pasado: «La
idea misma de que el pasado, en tanto tal, pueda ser objeto de ciencia, es
absurda». Su objeto es «el hombre» o mejor dicho «los hombres» y más
precisamente «hombre en el tiempo»” (Bloch, 1996). A lo largo de la historia
han existido muchos pensadores que han tratado de interpretar el mundo, esto
como resultado de un contexto, muchas veces desastroso, en el que viven. Los
estragos de las guerras y las distintas crisis sociales son causas parara tratar
de reflexionar y preguntarnos a qué clase de mundo es al que queremos llegar.
Marc Bloch, nacido en el contexto de un nuevo orden mundial que llegó a
principios del siglo XX, nos plantea toda una reflexión sobre la historia que
marcó un antes y un después dentro de esta área de estudio, pues logró una
interpretación que se oponía a concepciones tradicionalista que únicamente
retrasaban al conocimiento. Es por ello que en esta investigación expondré
ideas precisas para comprender cada una de las cosas que propone este brillante
historiador fundador de la Escuela de los Annales.
Voy
a enfocarme en aspectos muy importantes de su vida, los cuales marcaron toda
una influencia en su pensamiento y también a quienes influyeron sus ideas. Para
esto he decido dividir el trabajo en tres apartados. En el primero explicaré el
contexto histórico en el que Bloch nació y se desarrolló, ya que es preciso
entender que aspectos marcaron su vida para que pudiese dedicarse a la historia,
así también, analizaré el marco de influencias que tuvo Marc Bloch, es decir,
que personajes lo inspiraron para desarrollar cada una de sus ideas, empezando
por el contexto familiar hasta lo intelectual. Seguido de esto analizaré
algunas de sus ideas que enfoca dentro de sus obras, poniendo énfasis en tres:
Los reyes taumaturgos, Apología para la historia o el oficio del
historiador y La extraña derrota, trabajos que expresan toda su
concepción sobre la historia. En el último apartado voy a analizar cómo y en
quiénes influyó Marc Bloch, asimismo, cuáles son las aportaciones que
actualmente siguen presentes al momento de estudiar historia. Esto lo haré con
ayuda de una vasta bibliografía que está enfocada en muchos artículos que
hablan acerca del personaje, ya sea criticándolo o aceptado sus teorías, pero
también voy a dar mis reflexiones sobre las obras que este historiador escribió
para llevar a cabo un análisis preciso y congruente. El propósito de esta
investigación será denotar sus múltiples aportaciones y encontrar por qué es
importante conocer la vida de un personaje para entender muchas de las ideas
que terminaron creando una corriente de pensamiento muy distinta a lo habitual,
la cual pone énfasis a múltiples enfoques disciplinarios para fortalecer el
estudio histórico.
De lo personal a lo intelectual: contexto histórico y
marco de influencias
EL
trabajo de Bloch es muy importante en la historia del siglo XX, sin embargo,
enfocarse en su pensamiento no debe ser estudiado de manera particular, pues gran
cantidad de eventos estaban suscitándose en todo el trayecto de vida de este
historiador. Las circunstancias siempre producen acciones, no siempre
comprendidas, pero que explican la manera de actuar y de pensar de muchas
personas, pensamiento que debe estar presente en cada historiador al momento de
analizar a un personaje histórico.
Los
primeros veintidós años de vida de Marc Bloch fueron los que definieron un
desarrollo intelectual que ningún otro tenía; aquí encontramos que se establecen
los primeros rasgos sustanciales de su persona y de su perfil intelectual como
un apasionado por la historia (Rojas, 2002). Marc nace el 6 de julio del año de
1886, en una familia algo acomodada que más tarde se mudaría a París, aquí
pasaría el resto den su niñez, adolescencia y los primeros años de juventud; no
hay que recodar que Francia siempre ha sido el nido de muchas personalidades
intelectuales. A palabras del Doctor Carlos Antonio, “Bloch tuvo una vida
feliz, rodeado del cariño, rodeado del cariño de sus padres, lo que redundará
en un carácter fuerte, capaz de sostener tenazmente sus principales proyectos y
poseer el temple necesario para enfrentar las adversidades y catástrofes en que
Bloch se vera involucrado durante su vida” (2002). De igual manera, el Doctor
Carlos Antonio, nos explica que, su vinculación a los temas intelectuales,
principalmente a la historia, no surge de manera individual, sino que tiene una
primera influencia y es la de su padre, Gustavo Bloch, quien era un reconocido
historiador de la antigua roma, que alaguna vez llegaría a ser titular de una
Cátedra de en la Sobonne; esto es un elemento muy importante porque le daría
acceso a que, desde su infancia, tuviera la oportunidad de empaparse con la
enorme bibliografía de su padre y también de involucrase con muchas personas
importantes, como por ejemplo, algunos de los principales representantes de la
historiografía francesa (2002). Esto le permitiría a Bloch adentrase en los
principales debates de la historia que se estaban atendiendo en ese momento,
por lo tanto, creando consigo una premisa sobre qué era lo que tenía que
empezar a estudiar desde su posicionamiento.
Su
interés por la historia creció rápidamente, involucrándose en distintos ámbitos
académicos de ese entonces. Su primera siguiente fase intelectual iniciaría al integrarse
a la Escuela Normal Superior de París en 1904 en donde en 1906, conseguiría la
agregaduría en Historia. Tiempo después, gracias a una beca del ministro de
Asuntos Exteriores, lograría tener el beneficio de ser acogido y de obtener
subvenciones de la fundación de Thiers. Esta fase donde Bloch formaría sus
primeros posicionamientos intelectuales, serían muy significante para su vida
porque lograría involucrarse con los discípulos de Durkheim, acción que abriría
su horizonte intelectual. En dicho proceso como estudiando, empezaría a
escribir su tesis entre las épocas de 1912-1914 sobre las poblaciones rurales
de la isla de Francia en la época en que existía la servidumbre, sin embargo, al
iniciar la Gran Guerra su trabajo no pudo realizarse de manera exacta, el curso
en el que estaba sería interrumpido hasta que culminó este periodo bélico,
mientras tanto sería inmovilizado como sargento de infantería; una vez
terminada la guerra, volvió a retomar su trabajo; Reyes y Siervos, un
capítulo de historia capeta sería su tesis, la cual presentaría en el año
de 1920, esto en condiciones bastante admirables que se reservó a los
combatientes: “Bloch pasó a formar parte de aquel puñado de universitarios que
fueron enviados a la Universidad de Estrasburgo para ilustrar la ciencia
francesa” (Dumoulin, 2000). Esta experiencia de la guerra provocó en Bloch un
sentimiento de que la sociedad occidental había entrado en un momento de crisis
de la que solo una renovación del republicanismo democrático podría rescatarla;
Marc Bloch decidió hacer duras criticas a las clases dirigentes, ya sea a los
militares y civiles, sin dejar del lado el rol de la prensa como un sector
puesto al servicio de los poderosos; no obstante, Bloch estuvo consciente que
su movilización cuando estalló la guerra era algo que hizo por rol como
ciudadano francés (Catalán, 2015).
Estas
consideraciones le permitieron a Bloch interpretar la guerra desde un punto
histórico, recogiendo parte de si experiencia para explicar de manera profunda
cada una de estas ideas. Encontramos algunos escritos que fueron exhibidos de
manera póstuma, por ejemplo, Souvernis de guerre 1914-1915 que fueron publicados
en el número 26 de la revisa Cahier de Annales en 1969: la obra reúne
diarios de guerra, algunos informes oficiales y cartas escritas por el propio
historiador. Aquí el historiador nos explica cómo su coraje al momento de
enfrentar el peligro de la guerra; sostiene que el siempre creyó en la
victoria, pero también creía que podía llegar a ser lenta y muy costosa: “se
presenta como un soldado valiente y respetuoso con las opiniones y decisiones de
sus superiores (Catalán, 2015). Así también, el Máster Iván Romero nos explica
que Bloch se propuso a hacer un trabajo donde no solo se estudia la transmisión
oral de los rumores durante la guerra, sino que también busca crear una
reflexión sobre que tan veraz son las fuentes que tienen al margen los
historiadores, ya que siempre encontramos muchas limitaciones de fuentes, que
muchas veces están sometidas a las diferentes nociones que tiene cada redactor
y testigo al momento de narrar los eventos del pasado, algo que también
fortalece Bloch con su obra Reflexiones de un historiador acerca de los
bulos surgidos durante la guerra (2015).
En
su estadía en la Universidad de Estrasburgo, conoció a Lucien Febvre. Hoy en
día, se nos habla de tres etapas que distinguen el desenvolvimiento de los
Annales: la primera etapa, es a partir de 1929, marcando como punto de partida la
acción de Bloch y Febvre en conocido conflicto con los “sorbonnistes”; con ello
crearon a los Annales como un centro que aglutinó a muchos historiadores
y científicos sociales que causaron un proceso de transformación en las
ciencias históricas (Duda, s.f.). Tanto como Febvre como Bloch coincidieron
como profesores en la universidad ya mencionada: Bloch era profesor de Historia
Medieval y Febvre era modernista; más tarde ambos se trasladarían a París, el
primero a la Sorbona y el segundo al College de France. Las ideas de
Bloch fueron influenciadas por la sociología de Durkheim, esto se puede
observar en el gran interés que tenía por analizar a las masas sociales y su
relación con el individuo; así también, la sociología le permitió sustentar sus
ideas sobre el desarrollo de las mentalidades, creando un estudio que adhieres
elementos como las prácticas colectivas, las creencias y las representaciones
mentales de los diferentes grupos sociales (Vega, 2016). De igual manera, Bloch
se vio influenciado por las perspectivas de Vidal de la Blanche, ya que este
creía que el ser humano debía estar en un espacio con el que se relaciona y que
condiciona sus acciones, simultáneamente el ser humano también crea una
modificación en dicho espacio para adaptarlo a sus necesidades (Vega, 2016).
El
período más difícil para el historiador empezó en 1939, año de inicio de la
Segunda Guerra Mundial, un proceso que cambiaría de manera radical la forma de
vivir de Bloch. Durante ese año, aparecían los primeros volúmenes de La
Sociedad Feudal, obra que definiría todo su pensamiento. Dicha obra fue
fruto de quince años de trabajo, los cuales se remontan a la fecha de 1924,
esta obra que nos habla sobre la sociedad feudal europea del siglo IX al XIII,
se fundamenta como un resumen preciso del centro mas relevante del conjunto de
investigaciones histórico-económicas que tiene Bloch (Rojas,
Sus grandes obras
Los
Reyes Taumaturgos
Esta
fue una de las primeras obras que Marc Bloch publicaría, precisamente en el año
de 1924. En este libro Bloch estudia uno de los ritos más importantes: “el día
de su coronación y unción, los reyes de Francia e Inglaterra curaban a los
enfermos de las escrófulas —adenitis tuberculosa— con el simple toque de sus
manos” (Saloma 2017). Aquí Bloch se preocupó por saber cómo los reyes de
Francia e Inglaterra habían logrado el poder de la taumaturgia, de qué manera
lo habían utilizado y cómo lo perdieron.
Entonces,
con sus vastos conocimientos en la conciencia colectiva, Bloch analizó la
creencia en el milagro real de la curación de la escrofulosis, esto lo hizo con
ayuda de varias disciplinas científicas como la medicina, la psicología, la antropología,
la historia, pero también a través de las perspectivas culturales en donde usó
el mito, las supersticiones, las leyendas y las noticias falsas. Según nos
cuenta Bloch, el mito sobrevivió por más de ocho siglos y esto porque estaba
sustentado en creencia relacionada con la realeza sagrada, recordando que
durante esa época había una fuerte reverencia al gobernante y, por ende, la
creencia colectiva de su poder sanador; para esto buscó entender un mundo repleto
de misticismos el cual los factores nacidos del populo que creían ciegamente en
la imagen poderosa de quien los gobernaba (Bloch, 2006). Podemos decir que se
trata de un estudio que nos cuenta las distintas perspectivas de un ritual
extraño: “el poder curativo atribuido a los reyes de Francia e Inglaterra y las
creencias populares en torno del milagro real, desde los tiempos medievales hasta
la época contemporánea” (Gordillo, 2021). Lo curioso del texto es que el método
que se ha utilizado para analizar las problemáticas de estudio surge a partir
de las distintas investigaciones que el autor ya había realizado de manera
previa, pues como ya mencioné, dedicó varios trabajos al entendimiento de las
representaciones colectivas y al estudio de las mentalidades. El Doctor Carlos
Alberto nos narra que el uso de la psicología y la sociología durkheimiana están
muy presente en este texto y es que para poder analizar las reflexiones de la
época, era necesario entender todo un planteamiento psicológico de los
testimonios voluntarios, involuntarios y las condiciones de los testigos, así
también los errores del fenómeno colectivo, las grandes mentiras, las
atmósferas sociales, el renacer de la tradición oral, la desconfianza ante lo
impreso, la transmisión de las ideas, la creación de ciertos imaginarios y
todos los demás elementos que estaban presentes en la Edad Media, sin dejar de
poner énfasis en las concepciones que se tienen durante la época en que se está
estudiando cierto proceso, en este caso, es el contexto de la posguerra de
1914-1918, por ende, encontramos ciertas aspectos análogos que se representan
en la historia y que Bloch expone con mucha severidad (2021).
Mucho
del análisis psicológico que la obra nos presenta nace durante la guerra, la
cual fue todo un experimento de la mente en donde muchas emociones se
desataron, principalmente el miedo. Las noticias falsas que se esparcieron con
facilidad por los soldados en las trincheras; el origen de estas ideas era
consecuencia de las “representaciones colectivas” que lograban crear un efecto
de cadena que deformó la realidad de las noticias: «una mala percepción que
fuera contraria al sentimiento espiritual colectivo podría dar origen a un
error individual más no a un bulo popular de gran difusión» (Ríos, 2019). Es
por ello que, para Bloch, las trincheras se volvieron el lugar de nacimiento de
muchas leyendas, siendo que el poco acceso de los soldados a la información del
exterior trajo consigo mucha desinformación que daban paso a una especie de
escepticismo; aunado a esto vemos el rescate de la historia oral.
Podemos
decir que Los Reyes Taumaturgos más que un análisis de un mito que se
hacía antes, es un forma de comparar ambos mundos, tanto el medieval como el
contemporáneo, para dar a conocer como es que la psicología y las
circunstancias que atañen a una sociedad, son elementos que causan todo un
imaginario que rápidamente se propaga, pues la manera en que los seres humanos
actúan hacen que se logre un impacto de carácter colectivo, trayendo consigo
pensamiento que, según el caso, pueden llegar a ser nocivos o de beneficios
para el mundo. Aun así, es interesante como se mueven estas perspectivas hacen
que Bloch las atienda con una multitud de disciplinas, marcando un paradigma
para el análisis y estudio de la historia.
Apología
para la historia o el oficio del historiador
En
un momento de tiempos difíciles donde la guerra atormentaba al mundo, Bloch
decidió dedicar un estudio a su amor por la historia, amor que ha llevado por
todos los lugares en donde ha estado presente, incluso en el campo de batalla.
En este escrito, Bloch usa de manera cuidadosa la memoria individual que, según
él, forma parte de la memoria colectiva, por ende, busca un rescate de los
recuerdos que, pudieran tener una doble interpretación o un mal entendimiento,
es por ello que busca analizar que opciones se tienen al momento de analizar la
historia (Iduarte, 2015). Bloch rechaza el uso de las fuentes orales; trata de
responder los cuestionamientos fundamentales que se tienen el momento de historiar,
así también, sus acercamientos muy constantes con la muerte hicieron que
empezara a cuestionarse sus propios conocimientos y sobre la propia idea que él
tenía sobre la historia, trayendo consigo grandes reflexiones que marcaron una
coyuntura al momento: “¿cuál es la legitimidad de la historia como ciencia? Y ¿Para
qué sirve la historia?” (Iduarte, 2015). La Dr. María Elena, nos menciona que
se puede tratar de un autorevisionismo que llega en el contexto de la crisis y
que intenta explicarse a través de la historia; las constantes reformulaciones
que el texto expresa crean un sentimiento de inquietud, el cual nos menciona
que el entendimiento de la historia no solo le corresponde al historiador, sino
a todos (2015). Estas proyecciones son de demasiado importantes, pues marcan un
antecedente para un verdadero estudio de la ciencia histórica, pero que describe
una lucha constante por valorizar a la historia como elemento de ayuda para
entender a los devenires de la humidad.
Este
libro publicado de manera póstuma en 1949 por Lucien Febvre trascendió de una
manera distinta a la que se tenía programada, pues solo se popularizó su
propósito inicial. A palabras de Bloch, “apología… es por tanto, una defensa de
la Historia, pero de aquella propugnada por los Annales, esto es, la historia
como ciencia cuyo objeto «es, por naturaleza, el hombre. Mejor dicho, los
hombres [en el tiempo]»” (2001). Encontramos una narrativa que se opone de
manera sustancial a las antiguas corrientes historiográficas, principalmente a
las ideas del positivismo que caracterizan a la historia como una ciencia que
debe adaptarse a los mismos ámbitos teóricos de las ciencias exactas y
naturales, cosa que no puede estar más errada.
Bloch
reconoce a la crítica como un instrumento metodológico de primer orden cuando
se trata de estructurar a los estudios históricos; la posición critica de Bloch
para con los datos, hace que el análisis de las fuentes se vuelva algo
importante: “Sin embargo, para Bloch, el fin último de los estudios históricos
es, y es muy explicito en ello, comprender; «para decirlo todo, una palabra es
la que domina e ilumina nuestros estudios: ‘comprende’»” (Tejerizo, 2011). Podemos
decir que este texto, nos expresa todo un dilema sobre el trabajo del
historiador, esto nos permite entender cuáles son las necesidades que tenemos
los historiadores para analizar los aspectos de la historia, considerando al
elemento social como algo relevante, ya que, para las perspectivas de Bloch,
los seres humanos condicionan a la historia.
La
extraña derrota
Como
ya mencioné, Bloch presenció la derrota de Francia ante el ejercito nazi en
1940. Después de estos eventos, empezaría a escribir sobre lo sucedido, pero con
todo este contexto le sería imposible publicar su obra, la cual no saldría a la
luz sino hasta 1946. Esta obra es muy alabada por muchos historiadores, pues se
trata de un esquema preciso de las causas que llevaron a que Francia perdiera.
Nos aborda una critica la cual nos presenta como los políticos e intelectuales
franceses no fueron capaces de comprender los cambios que estaban imponiendo al
sistema europeo las potencias revisionistas, que tenía como objetivo consagrar
la destrucción del orden mundial:
El
miedo a una nueva guerra, la crisis económica mundial y la creciente inestabilidad
política interna actuaron como velos ante los ojos de los gobernantes de las
potencias occidentales. El pacifismo característico de los partidos y
agrupaciones socialistas y de los republicanos de izquierda, la acción
subversiva de los anarquistas y de las distintas secciones de la Internacional Comunista
sumieron en una profunda confusión a los electorados nacionales. (Pérez, 2003)
Una
de las reflexiones que nos expresa esta lectura radica en que el compromiso del
historiador con la historia no puede identificarse ni subordinarse al libre
compromiso del ciudadano con ‘ciudad’, con la sociedad: “ser historiador es un
oficio, con sus características propias, sus reglas, sus obligaciones y sus
compromisos. Se trata de un compromiso con la historia que no debe confundirse,
como se hizo con frecuencia nefasta en el siglo XX, con los supuestos
compromisos del historiador con las ideologías, sistemas o utopías” (Canal,
s.f). Esto a manera de reflexión se entiende como un desapego a aquello que
obstaculiza el análisis objetivo de la historia, pues se nos presenta que
aceptar ideas oficiales para beneficio de cierto sector, crea una problemática
que únicamente vulnera a la historia.
La importancia de Marc Bloch
La
figura de Bloch es una de las más importantes para el desarrollo de la ciencia
histórica, pues marcó los antecedentes para un análisis minucioso en donde se
tomarían perspectivas de distintas áreas intelectuales. Su papel como uno de
los fundadores de los Annales, trae un desarrollo como nunca se había
visto, su contribución en las perspectivas de la historia económica definieron
todo un proceso de desarrollo intelectual: “Y esto no sólo porque varios de los
propios miembros dirigentes de la corriente, y algunos de sus antecedentes
intelectuales principales, han sido al mismo tiempo protagonistas y constructores
esenciales de esa historia económica de lengua francesa, sino también
porque desde sus propias perspectivas específicas, la corriente ha coadyuvado a
renovar y a encauzar parte de esta historia económica, dentro de los caminos y
senderos singulares que esta última ha recorrido” (Rojas, 1998).
También
su influencia radica en la continuación de la revista de los Annales, la
cual llegaría a tener hasta cuatro generaciones. La segunda generación utilizaría
la interdisciplinariedad que Bloch llegó a utilizar en sus múltiples
investigaciones; analizarían los fenómenos económicos y sociales que se
produjeron a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Su mayor exponente fue Fernand
Braudel quien le dio un mayor peso a la Geografía, es decir, al espacio en el
que el ser humano se desarrollaba. Su premisa consistía en dar a conocer cómo
las sociedades determinan a la naturaleza, pero esta última también logra
condicionar los elementos (Vega, 2016). Otro ejemplo que podemos destacar, son
los fundamentos de los que valió Jacques Le Goff, historiador de la tercera
generación; Le Goff es un reconocido medievalista que sentó parte de su
conocimiento en las obras del mundo medieval que escribió Bloch, por lo tanto,
mucho de lo que este historiador empezó a estudiar y a analizar se lo debe en
gran medida al historiador francés. Le Goff en su texto sobre él se dirige a
Marc Bloch como “un gran historiador y uno de los principales renovadores de la
ciencia histórica, en su espíritu y en sus métodos […] A lo largo de su vida se
preocupó por los problemas de la enseñanza de la historia, a la que quería
consagrarse después de la guerra, al mismo tiempo que estudiaría la situación
del historiador de cara al futuro” (1994).
Tenemos
la imagen de un Bloch que está presente en una historia concebida como
profundamente social, atendiendo con gran severidad los procesos colectivos y
el rol que tiene cada uno de los sectores sociales frente a una historia que recupera
siempre las dimensiones y fundamentos económicos de la etapa que se analiza,
por otro lado, se promueve la construcción de una estructura compleja en sí
misma que fusiona los múltiples elementos de las realidades constitutivas; una
historia de los grandes componentes de la estructura social, entre ellos, los
elementos económicos, sociales, políticos y culturales, pero también abarcando
áreas más allá de la historia, por ejemplo, los factores antropológicos,
geográficos y civilizatorios: “un modelo de intelectual activo, crítico,
comprendido, y que asume una posición abierta frente a los grandes debates y
encrucijadas sociales que le son contemporáneos, y que no rehúye ni la crítica
despiadada de los propios errores, ni las dificultades que implica estar en la
oposición […], para mantener siempre la coherencia sus propios principios y con
sus propias concepciones y posiciones públicas” (Rojas s.f.). Esta manera de
concebir la historia la tenemos presente en nuestra actualidad; los Annales
surgieron para contrarrestar las practicas del positivismo en donde los eventos
no tenían cavidad para la interpretación, eran simple datos que se estudiaban.
La nueva concepción histórica que marcaría un devenir sería el punto de partida
para crear una historia que tome en cuenta a todo, principalmente a su razón de
existir: el ser humano.
Conclusiones
Para
finalizar este trabajo, podemos dar a conocer que Bloch es un historiador que
marcó una visión distinta de atender a la historia, ya que sus múltiples
análisis en donde involucró múltiples ideas lograron crear un estudio sutil de
cómo debe estudiarse la historia y cuáles son las actitudes que tanto el
historiador como la sociedad deben tomar frente a ella. Sus múltiples
postulados fueron resultado de una sociedad que estaba en crisis por la guerra,
en donde analizar la historia debía ser más importante de lo que era, pues la
decadencia de los valores y el horrible final al que se dirigía la sociedad era
inevitable. Bloch dio todo su conocimiento para los futuros historiadores,
analizando nuevas perspectivas que lograron definir una visión que trascendería
por muchos años: una postura de múltiples resultados que lograrían dar nuevos
conceptos y atender de manera más objetiva el estudio histórico, sin caer tanto
en los sesgos de los colectivos sobre cierto aspecto y separarse del vago
estudio positivista que catalogaba a los humanos como simples datos y en su
lugar, velar por entender al ser humano como principal protagonista de los
hechos atendiendo sus vivencias y sus mentalidades. Muchas de estas
concepciones establecidas por Bloch son metodologías que hoy en día seguimos
usando y que sin él nuestro oficio como historiador sería de carácter plano y
sin mucho sentido, en donde las interpretaciones no caben, es por eso que es
relevante estudiar su pensamiento que nace de una necesidad social de crear una
mejor sociedad.
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